Mirko Jozić revoluciono el futbol chileno

Mirko Jozić (Trilj, Croacia, 8 de abril de 1940) es un futbolista croata retirado, además de director técnico. Mirko obtuvo con la Selección Juvenil de Yugoslavia el Campeonato de Europa Sub-19 en 1979 y en 1987 ganó el Campeonato Mundial Juvenil de Fútbol realizado en Chile, la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 de 1987 de la FIFA. Luego de ese Campeonato Mundial volvería a Chile contratado por Colo-Colo, equipo con el que ganó la Copa Libertadores 1991, convirtiéndose en el único entrenador no sudamericano que ha ganado este trofeo.1​ También con el conjunto chileno obtuvo la Recopa Sudamericana (1992) y la Copa Interamericana (1992).

Mirko Jozic es Diplomado en Educación Física y asume desde el año 1972 hasta 1987 los equipos de jóvenes en el cuerpo técnico de la Federación Yugoslava. Los primeros logros de Mirko Jozic los obtuvo con la Selección Juvenil de Yugoslavia al ganar el Campeonato de Europa Sub-19 en 1979 y en 1987 ganó el Campeonato Mundial Juvenil de Fútbol realizado en Chile. Esa Copa Mundial de Fútbol Sub-20 de 1987 de la FIFA que se jugó entre el 10 al 25 de octubre en Chile. Yugoslavia derrotó a Alemania Federal en la instancia de tiros penales 5 a 4, tras empatar en tiempo extra 1-1, con gol de Boban . La selección estaban integradas por futuras promesas mundiales como Davor Šuker, Zvonimir Boban, Robert Jarni y Robert Prosinecki quienes jugarían por Croacia en el Mundial de Francia.2​ Aquella fue la mejor generación del fútbol yugoslavo, pero la guerra, a principios de los 90, interrumpió su trayectoria conjunta y los diseminó. Era el adiós a los Cileanci -los chicos de Chile-, despedidos en el aeropuerto de Belgrado por el presidente de la Federación con una cámara de fotos y recibidos por miles de seguidores a su regreso. «Íbamos sin ninguna presión, con equipos muy potentes como Brasil, las dos Alemanias, Chile por ser el organizador, etcétera...» Además destacan Miroslav Djukic, Predrag Mijatović, Dejan Savićević, Siniša Mihajlović o Vladimir Jugovic completaban una escuadra que terminó como el mejor ataque -17 goles en seis partidos, una media de 2,83-, con Suker vestido de máximo goleador y Prosinecki coronado como mejor futbolista del torneo. Un fútbol vistoso, despreocupado, del que hicieron escuela mientras permanecieron juntos. Llegaron al Mundial de Italia en 1990, y allí cayeron en cuartos de final por penales con la Argentina de Maradona tras dejar en el camino a España. Tuvieron que quedarse con el regusto de Chile e Italia, pues nunca más la Historia les dio la oportunidad de juntarse. En ese año, 1987, mientras esa generación de futbolistas toca el cielo en Santiago, Slobodan Milošević toma la dirección del Partido Comunista, y hace del nacionalismo serbio su bandera. Con ella llegará al poder en 1989. Es el preludio de una guerra que terminará con todo, también con el potencial futbolístico de aquel puñado de jugadores. Yugoslavia había conseguido su clasificación para la Eurocopa de 1992, a celebrarse en Suecia.

La era en Colo Colo 

Cuando se fue de Chile con el título de campeón mundial juvenil, esbozó su deseo de volver. Ya a esas alturas existían conversaciones con los dirigentes de Colo-Colo, quienes deseaban tener al yugoslavo dentro de su staff técnico. No pasó mucho tiempo antes que Jozic retornara. El 16 de diciembre de 1987, el estratega llegó a Pudahuel. Sin grandes estridencias, se hizo cargo del club, aunque muchos lo sindicaban como DT del primer equipo en el corto plazo. El propio Jozic desmintió estos rumores: "mi trabajo se centrará en los niños. No tengo otro propósito". Ideó un ambicioso proyecto de observación y evaluación de los infantiles. Incansable, vivía entre Pedrero y unas canchas de tierra en Lo Prado, donde miraba niños con futuro para Colo-Colo. No pasó un año y el técnico anunció su vuelta a Yugoslavia. Muchas teorías se forjaron en torno a su decisión, pero al final primó su versión: "Cumplí con mi labor. Dejé hecho un informe acerca del trabajo realizado en estos meses. Llevo mucho tiempo separado de mi familia y quiero verla. Esas son las razones de mi decisión". Pero en la mente de los directivos albos quedó grabada la imagen del técnico.  hicieron un esfuerzo para traerlo de nuevo. Otra persona ocuparía este mismo cargo cuando el propio Jozic era el entrenador del primer equipo, un entonces desconocido entrenador argentino llamado José Pekerman.

Colo Colo copa libertadores 1991

Colo-Colo en la Copa Libertadores de 1991, superó los pronósticos más optimistas. Aún estaba fresco el recuerdo de la triste eliminación de los albos en los octavos de final por penales ante Vasco da Gama, en la versión anterior. En la primera ronda, los albos se enfrentaron en el Grupo 2 que estaban integrados por equipos de Chile y Ecuador. Sus integrantes fueron D. Concepción, Liga de Quito y Barcelona(el subcampeón del 90). Colo-Colo jugó 6 partidos, ganó sus 3 partidos de local y empató los otros 3 de visita, con 10 goles a favor y 3 en contra. En los octavos de final se enfrentó a Universitario de Perú, empató 0-0 en Lima y ganó 2-1 en Santiago, en los cuartos de final se enfento a Nacional, perdió 0-2 de visita y ganó 4-0 en Santiago y en las semifinales se enfrentó al Boca Juniors, perdiendo 0-1 en Buenos Aires y ganó 3-1 en Santiago, de esta forma Colo Colo llegaba a su segunda Final del prestigioso torneo continental. En la primera Final empató 0-0 con Olimpia de Paraguay (el campeón defensor) en el partido de vuelta, frente a su barra en el Monumental ganó 3-0 para llevarse por primera vez en su historia la deseada Copa Libertadores de América. Con la obtención de la Libertadores, Colo-Colo participó por primera vez en la Supercopa Sudamericana (competición exclusiva para los ganadores de la Copa Libertadores) quedando eliminado en la primera ronda, tras dos empates 0-0 contra el Cruzeiro brasileño, perdiendo en la tanda de penales 3-4. A finales de diciembre, Colo-Colo disputa la Copa Intercontinental ante la Estrella Roja de Belgrado de Yugoslavia, perdiendo la final por 0 a 3 en la ciudad de Tokio, Japón. Irónicamente para Jozic la figura del encuentro fue Vladimir Jugović, un antiguo integrante de la selección yugoslava campeona juvenil de 1987. Al año siguiente, nuevamente el cuadro popular se enfrentaba a Cruzeiro por la final de la Recopa Sudamericana en partido único jugado en Kobe, Japón, el partido terminó en un 0-0, que el cuadro chileno vencería 5-4 en la tanda de penales. Su último trofeo internacional fue por la Copa Interamericana, contra el Puebla Fútbol Club México que era el campeón de la Concacaf, los albos se impusieron por 4-1 como foráneo y como locales aseguraron la copa con una victoria de 3-1.




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